Buenas tardes a tod@s!
Esta tarde quería escribiros una breve historia para poder explicar a los niños la importancia de la verdad. Pero antes decir que el concepto " verdad" es un poco abstracto y a veces difícil de poner en practica. Desde pequeños intentamos inculcar a los niños que es malo decir mentiras, pero ¿A caso los mayores siempre le decimos la verdad a ellos?, ¿ Los mayores no mentimos?, ¿Ocultar es lo mismo que mentir?, y las mentirijillas piadosas ¿No son mentiras?.
A veces intentamos explicarles (o justificarnos) todas estas cuestiones a los niños con una frase "A veces es mejor mentir, que hacer daño con la verdad". Pero sabemos que cuando alguien descubre nuestras mentiras perdemos su confianza.
Si algo he aprendido en la vida es que la mentira se pone en contra de quien la inventa.
Por ello, hay que tener en cuenta que aunque utilicemos todos los recursos que tengamos a nuestro alcance para enseñarle a los niños ciertos valores y la importancia de estos, a veces la única forma de que la aprendan sera con el tiempo y con sus propias experiencias.
El titulo del cuento no esta muy bien definido pero yo lo llamo "La verdad y la mentira":
Todos los duendes se dedicaban a
construir dos palacios, el de la verdad y el de la mentira. Los ladrillos del
palacio de la verdad se creaban cada vez que un niño decía una verdad, y los
duendes de la verdad los utilizaban para hacer su castillo. Lo mismo ocurría en
el otro palacio, donde los duendes de la mentira construían un palacio con los
ladrillos que se creaban con cada nueva mentira. Ambos palacios eran
impresionantes, los mejores del mundo, y los duendes competían duramente porque
el suyo fuera el mejor.
Tanto, que los duendes de la mentira, mucho más tramposos y marrulleros,
enviaron un grupo de duendes al mundo para conseguir que los niños dijeran más
y más mentiras. Y como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos más
ladrillos, y su palacio se fue haciendo más grande y espectacular. Pero un día,
algo raro ocurrió en el palacio de la mentira: uno de los ladrillos se
convirtió en una caja de papel. Poco después, otro ladrillo se convirtió en
arena, y al rato otro más se hizo de cristal y se rompió. Y así, poco a poco,
cada vez que se iban descubriendo las mentiras que habían creado aquellos
ladrillos, éstos se transformaban y desaparecían, de modo que el palacio de la
mentira se fue haciendo más y más débil, perdiendo más y más ladrillos, hasta
que finalmente se desmoronó.
Y todos, incluidos los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden
utilizar las mentiras para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe
en qué se convertirán.
es importante que nosotros los padres de familia inculquemos valores a nuestros hijos desde su niñes
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